jueves, 17 de noviembre de 2016

Si algo sucede

Si algo sucede, gracias a Dios por haber bajado el cielo, y si no pasa nada, me alegraré de haber podido verte sonreír cada día.

lunes, 10 de octubre de 2016

A la mitad de cada uno

Al lado, pero lejos
Fácil, pero difícil
Satisfactorio, pero desesperante
Sin embargo, algo seguro:
Eterno, ergo sin fin

miércoles, 21 de septiembre de 2016

El día del brick

Hoy ha sido un día de esos que no recordaré dentro de diez años. Bueno, en realidad dentro de diez días ya tendré una imagen de la jornada que muere tan tenue que se parecerá, estoy seguro, a cuando abrí un brick de leche por primera vez.
La vida está llena de este tipo de días, los dias que son simplemente rutinarios y en los que lo más importante que sucede es que has comprobado que estas vivo, punto. Es como la vez que abriste un brick de leche por primera vez, un día más...¿Un día más? ¿Existen los "un día más"? Dicho de otro modo, ¿Hay días que no se extienden más allá de rutinas prescindibles? Pues agárrate porque aquí llega un spoiler: NO.
NO existen días merecedores de no haber sido vividos, sólo da esa sensación viéndolos con perspectiva. Lo que se nos olvida del día del brick es lo bonita que era la vaca del embase, ¡Y ES LO IMPORTANTE!

Por mucho que creas que has desperdiciado algún momento de tu vida piensa en las veces en las que te has fijado en la vaca y lo buena que estaba la leche. La vida no sólo son momentos memorables, también momentos entrañables, aunque no de esa sensación.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Guia de como desencoñarse de alguien

A menudo sucede que por a o por b te empieza a gustar una persona. Puede ser algo circunstancial del momento simplemente por el atractivo físico, pero si el sentimiento se repite entonces, amigo mío, la persona te gusta realmente. Estas encoñado de ella. No estás enamorado pero si sientes algo importante por la otra persona. Pues eso, encoñado.
El problema con este idílico estado de paja mental es cuando la otra persona no está por la labor de estar encoñado de ti, y lo está de otro sujeto. Aquí, amigo mío, te has metido hasta las rodillas en el lodazal, pero no te preocupes compañero, que salir de él es muy sencillo, porque sólo es encoñamiento... ¿no?
El primer paso es asumir que estas jodido. ¿Lo tienes? Bien, es importante que entiendas que ya tienes que usar el plan b y tirarlo todo por la borda para no acabar hecho una mierda. El segundo paso es dejar de ver a la persona que causa el encoñamiento por un tiempo. Puede ocurrir dos cosas, que te encoñes de otra persona, de punta madre pues, o que no puedas dejar de verlo, por lo que hay que pasar al paso tres. Este paso es muy sencillo, no es más que una paja mental, tienes que pensar en lo que te limitarías si vuestra relación fuera a más. Parece una chorrada, pero si el encoñamiento no es de la mujer de tu vida te puede ayudar a pensar que con ella estás perdiendo una oportunidad única. Enciérrate y convéncete de que no te gusta.
Si aún así el encoñamiento es muy grande y sigue, sigue este consejo, te jodes, pero no la cagues.

El ofendimiento del ofensor

Muchas veces en la vida nos topamos con gente que no es consecuente con su forma de ver el mundo. Lo que dice, hace, y dice pensar no es, en absoluto, parte de los ideales que lo mueven. Esta gente son los famosos hipócritas, gente en muchos casos carente de principios sólidos más allá de sus propios intereses.
Si usted tiene unos principios claros, una personalidad definida o, por qué no decirlo, sentido común, no le costará reconocer al sujeto mencionado, el hipócrita.
Hay un problema grande con la gente de este palo, y es que se acaban autodestruyendo. Su modo de actuar es el que sigue: reconocen un patrón en su medio que es posible que dificulte su acceso a unos intereses o meta y en cuanto lo identifican emplean una moralidad racional y sensata (una lógica disfrazada de moralidad en mi opinion) para criticarlo, atacarlo y terminar con él cuanto antes. Tras ello, llegan a su objetivo con el camino despejado y se topan con un claro problema: no saben como actuar en ese instante. El hipócrita no tiene principios ni para lo malo ni para lo bueno.
De esta regla de actuación se puede sacar una contrapartida dual, el hipócrita hace daño a su entorno antes de conseguir lo que quiere y después, solo que él acaba incluido en el entorno, injurias que solo son ofensas.
Pero de todo esto el hipócrita no tiene toda la culpa, simplemente no sabe que está siendo hipócrita. Si usted mismo tiene dudas, no analice lo que hace en público, sino lo que piensa en su intimidad. Reflexione y piense que la lealtad a sus valores es lo mínimo que puede hacer por el resto.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

¿Qué es lo que estamos buscando?

Tal vez una utopía. Aun asi parece que buscar algo está a la orden del día. Tenemos oportunidades presentes, pero sin embargo miramos hacia eventos futuros. ¿Por qué? ¿Por miedo?, en realidad, que más da. El por qué está en cada uno de nosotros, no se puede hacer una generalización. Lo importante es que debemos tener en cuenta algo fundamental; los eventos futuros no existen.
Nos apoyamos en una "realidad" que no se rige ni por las leyes de la probabilistica, es sencillamente impredecible, pero aun asi la preferimos a una realidad presente que es tangible, el presente. Pues hay que dejar clara una cosa: lo real es el ahora. Vivimos en un mundo en el que las aspiraciones son las metas, y eso no es algo que este mal, el problema viene cuando la senda a las metas, el ahora, lo tomamos como un camino. He ahi el quid de la cuestión. La senda, el camino, es todo lo que tenemos: el presente. Tenemos que aprovecharlo; las oportunidades que se nos presentan hoy no se nos pueden escapar, debemos agarrarlas con todas nuestras fuerzas. Para cometer errores. Para vivir. Porque lo demás es polvo

viernes, 12 de agosto de 2016

Abrumado por la bruma

Probablemente no lo puedas llegar a entender nunca jamás si no eres INFP. De hecho, me atrevería a decir que no lo podrías entender nunca por el simple motivo de que no eres yo, pero como siento que necesito tratar de formalizar esta faceta de mi personalidad y plasmarla en un lenguaje que cualquiera pueda entender, lo voy a intentar.

Creo que esta forma de ser es algo genérico que compartimos las personas con una personalidad similar a la mía y es que somos muy curiosos. Extremadamente curiosos. Algo que considero en sí una virtud que demuestra nuestro propio humanismo. El problema para mi reside en el motivo de la impulsiva curiosidad y sus nefastas consecuencias. Pues bien, analizando mi comportamiento a lo largo de mi vida me he dado cuenta de que me fascinan las curiosidades puesto que no acabo de desarrollar ciertas facetas del mundo que para otras personas son de cajón. Y es más, siento que es algo que los INFP compartimos sobre algún ámbito de la sociedad: nos fascina, no porque nunca lleguemos a comprenderlo, sino porque no somos capaces de adaptarnos a él; y opino que este ámbito en nuestro caso siempre se suele dar en la inteligencia social y las relaciones sociales. En otras palabras, nos encantaría tener un manual de cómo integrarnos correctamente en las interacciones sociales. Es algo que me fascina y abruma, los lazos psicológicos que se prevén en numerosas ocasiones y que a menudo no somos capaces de captar y lo más importante, de actuar conforme a ellos.
Asi pues algo que puede parecer obvio a menudo nos descoloca en la forma de afrontarlo y no sabemos que hacer con ello. Sucede que a menudo no controlamos nuestro lenguaje porque no somos capaces de sincronizarnos del todo en una cultura determinada con una forma de actuar determinada. Muchas veces no somos capaces de expresar sentimientos y presuponemos situaciones que nos hacen sentir nerviosos porque no son fáciles para nosotros, dado que no es algo innato en nosotros, sino que, si somos capaces de afrontarlo medianamente bien, es por habernos fijado en nuestro alrededor y habernos hecho un diagrama mental con la forma de actuar en todas las situaciones en las que la hemos cagado alguna vez.

Es raro.

sábado, 30 de abril de 2016

El carro social

Parece una tontería, incluso un topicazo, la gente gilipollas... pues si amigos, la gente no solo es que sea gilipollas, es que además no se esfuerza por esconderlo.

En este tiempo da la apariencia de que no ha ocurrido nada en mi vida y por eso no me he dirigido a esta pequeña válvula de escape, pero la cosa es que simplemente no me he acordado de que existía. Han pasado ya varios meses de la última vez que escribí aquí y me siento genial, lleno de energía, féliz y vivaz, pero, una vez más, tengo que expresar mi desacuerdo con mi entorno, así que prosigo con el post.

Resulta que en todo este tiempo he recapacitado sobre la capacidad media de la población por darse cuenta de gilipolleces habituales en las que cae y recae, y soy consciente del resultado final de tal estudio no escrito, la gente es idiotamente orgullosa. No es una sorpresa, pero es así, la población en general es muy dada a la ignoración y la ignorancia, ignoración a los demás e ignorancia hacia todo. En el primer caso, no es una sorpresa que haya que tirar del carro siempre para poder mover piedras, pero esta situación se configura en armonía con la segunda como si de una relación fraternal se tratase: la gente quiere estar subida al carro, no tirando para que funcione.
Desde mi familia al mundo exterior, existen infinidad de ejemplos que se adaptan a las mil maravillas a este modelo de evolución social humana, en un grupo social existen siempre dos tipos de personas: los que configuran y pertenecen al grupo y los que solo pertenecen. Este primer tipo se puede reconocer facilmente, suelen ser pesados a ojos de los demás pero, nada más lejos de la realidad, tratan de contentar a todo el mundo incluso por encima de sí mismos en lo que podríamos llamar un "bien para el grupo". Parece una chorrada, pero sin ellos las relaciones sociales y la mayor parte de los acontecimientos buenos que suceden no serían capaz de discurrir. El segundo tipo de personas son las que simplemente disfrutan de las bases sentadas por el primer grupo, por lo que este tipo está asociado a la gente sobre el carro, que no sabe como, pero ese carro funciona.
Resulta que cuando tiras del carro, y lo haces con todo el amor del mundo, porque te encanta tu carro, todo va bien, dado que eres capaz de dar rumbo y forma a tu carro, pero llega un momento en el que tirar ya mucho te cansa, y esperas que alguien te reemplace y te puedas montar tu también, pero pasa una cosa, y es que los que estaban acomodados en el vehículo se han dormido por culpa del viaje.