Hoy ha sido un día de esos que no recordaré dentro de diez años. Bueno, en realidad dentro de diez días ya tendré una imagen de la jornada que muere tan tenue que se parecerá, estoy seguro, a cuando abrí un brick de leche por primera vez.
La vida está llena de este tipo de días, los dias que son simplemente rutinarios y en los que lo más importante que sucede es que has comprobado que estas vivo, punto. Es como la vez que abriste un brick de leche por primera vez, un día más...¿Un día más? ¿Existen los "un día más"? Dicho de otro modo, ¿Hay días que no se extienden más allá de rutinas prescindibles? Pues agárrate porque aquí llega un spoiler: NO.
NO existen días merecedores de no haber sido vividos, sólo da esa sensación viéndolos con perspectiva. Lo que se nos olvida del día del brick es lo bonita que era la vaca del embase, ¡Y ES LO IMPORTANTE!
Por mucho que creas que has desperdiciado algún momento de tu vida piensa en las veces en las que te has fijado en la vaca y lo buena que estaba la leche. La vida no sólo son momentos memorables, también momentos entrañables, aunque no de esa sensación.